Hay dolores que duelen y mucho
Y todos asimilamos el dolor de distintas maneras, y
hay dolores que son para siempre, así de simple.
La muerte de un hijo, o de un padre duele indefinidamente, y con las
enfermedades que nos sobrevienen, no se entienden, no se comprenden, no se
asimilan fácilmente.
Y la gente pide magia para que estas cosas no duelan, y para que no duelan
primero hay que curarse, como un Mandra repetimos, vamos adelante, suelta lo
negativo, déjate fluir por el Universo, y mucha
fuerza valiente y que se yo, pero primero hay que curarse, porque con la herida
abierta y desangrándose, dejemos de engañarnos, duele y mucho.
Dejemos de comentarle a la gente rota, que salga a
bailar, a cenar a reírse a carcajadas, porque después el sentimiento de culpa
por no haber tenido los arreos necesarios para hacerlo, le pasará factura
Necesita pedazos de
vida que necesita sanar, necesitan abrazos que se acomoden como mantas para que
la herida deje de supurar y es que la vida a veces duele. Duele la vida, los
desencuentros, las decepciones, y a veces no se puede, no se puede. Esta gente
se está sanando de sus fantasmas de sus tormentas, porque para salir a bailar
con la necesaria música, primero hay que curarse, no agobien a la gente, respeten
su duelo. Y una vez sanado, denle gracias a Dios, al Universo y a quien le
apetezca a cada uno, pero primero uno debe sanarse, de su pena, de sus vacíos,
de sus abandonos de sus decepciones y sueños frustrados, y si esta muy
lastimado , necesita su duelo. Es la vida.
Por cierto, un paseo por la playa en la mañana, es
mejor que prisión en el castillo de uno
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