viernes, 27 de noviembre de 2020

 

Hoy nada me va a hacer llorar,

Hoy luciré una bella sonrisa.

La tristeza no puede aflorar,

Hoy el tiempo no tiene prisa

 

Hoy me pasare el rato pensando,

Nada ni nadie me lo va a quitar,

Lo  feliz que me sentí al cantar,

Sonrío , suspiro y vuelta a empezar

 

Porque cantar me ha dado vida,

momentos que no olvidare.

Eso ya nadie me lo quita,

En una cajita  fuerte ya la cerré.

 

La música me hace volar

Por lugares remotos y hermosos

Que bonito respirar la libertad



 

 

El día que rocé el cielo


A todos, en algún fugaz momento de nuestras vidas, nos sucede algo inesperado y la  dicha es tal que sentimos algo así como una  sensación similar a rozar el cielo con la punta de los manos.

Yo no solo lo rocé sino que  baile junto a las estrellas  cuando tras  mes y medio de ingreso  hospitalario y con solo 20 años de edad me enfrentaba  a una rara enfermedad , se fueron descartando hipótesis conforme las pruebas no  encontraban  ningún tumor, ninguna mancha o coágulo en mi cerebro… nada pero los síntomas aumentaban , tal vez mi bajo estado anímico influyera , mes y medio de encierro mas de 50 días  sin respirar aire  puro , sin sentir la brisa en la cara, viendo como iban marchándose los que entraron mucho después que yo con su diagnóstico bajo el  brazo .

A mis 20 años tuve que aprender y madurar el triple de lo que me correspondía porque la vida en un hospital no es fácil, las horas pesan , el tiempo no parece pasar.

La noche deja sueltos a quejidos y lamentos , llantos y gritos y llega un momento que no puedes mas , necesitas respirar aire limpio de desinfectantes, pomadas y lejía , necesitas que el sol te acaricie … tocar una flor.. escuchar las ramas de los árboles rozar con el viento.. pero te dicen solo un poco mas , unos días mas y el tiempo pasa por tu cerrada ventana demasiado rápido fuera y demasiado lento adentro.

Mis temblores aumentaban, mi pie a penas tenía movilidad, mi brazo se   giraba hacia dentro mas y mas y la soledad traía consigo los miedos que  me tragaba con  cada comida.

Un día apareció el médico y me dijo que tenían que extirparme las muelas del juicio y solo recuerdo que en cuanto desperté de la anestesia los síntomas habían desaparecido , mi pie se movía con total normalidad, miré mis manos y el temblor había desaparecido, mi pulso era  firme y mi brazo volvía a tener su postura normal.. Miré al cielo y lloré de dicha , había terminado aquella tortura, todo  volvía a ser como antes y yo volvía a ser una persona normal, aquello era un milagro dijo mi médico al verme y me dieron el alta, por fin sentiría la brisa en mi pelo.

 Hay dolores que duelen y mucho

Y todos asimilamos el dolor de distintas maneras, y hay dolores que son para siempre, así de simple.
La muerte de un hijo, o de un padre duele indefinidamente, y con las enfermedades que nos sobrevienen, no se entienden, no se comprenden, no se asimilan fácilmente.
Y la gente pide magia para que estas cosas no duelan, y para que no duelan primero hay que curarse, como un Mandra repetimos, vamos adelante, suelta lo negativo, déjate fluir por el Universo, y mucha fuerza valiente y que se yo, pero primero hay que curarse, porque con la herida abierta y desangrándose, dejemos de engañarnos, duele y mucho.
Dejemos de comentarle a la gente rota, que salga a bailar, a cenar a reírse a carcajadas, porque después el sentimiento de culpa por no haber tenido los arreos necesarios para hacerlo, le pasará factura

Necesita pedazos de vida que necesita sanar, necesitan abrazos que se acomoden como mantas para que la herida deje de supurar y es que la vida a veces duele. Duele la vida, los desencuentros, las decepciones, y a veces no se puede, no se puede. Esta gente se está sanando de sus fantasmas de sus tormentas, porque para salir a bailar con la necesaria música, primero hay que curarse, no agobien a la gente, respeten su duelo. Y una vez sanado, denle gracias a Dios, al Universo y a quien le apetezca a cada uno, pero primero uno debe sanarse, de su pena, de sus vacíos, de sus abandonos de sus decepciones y sueños frustrados, y si esta muy lastimado , necesita su duelo. Es la vida.

Por cierto, un paseo por la playa en la mañana, es mejor que prisión en el castillo de uno

Desde que empecé en serio con la enfermedad comprobe que lo mejor es mantenerse ocupada , tener la mente distraida y no pensar, yo probe con el dibujo y aqui os dejo unas de mis pinturas


lunes, 17 de febrero de 2020


La vida pone barreras en nuestro camino, lo llena de piedras para que tropecemos y tropezamos muchas veces, algunas quedamos maltrechos, otras es un mero tropezón,  pero si quieres jugar al hermoso juego de la vida debes levantarte, con o sin ayuda y seguir el camino que elegiste.

 A mi la vida,  me puso una gran barrera a la temprana edad de  15 años de edad. Empezó con un molesto temblor en mi mano izquierda unido a una distonía en el pie del mismo lado. A partir de ese momento ya no fui la misma, ya nada volvió a ser igual. La niña que había en mi se escapo, dios sabe donde y ahí me quede sin saber que camino tomar ni que hacer, perdida entre pruebas, diagnósticos , rodeada  de soledad y silencio . Envejecí interiormente tanto que no me reconocía.



La vida fue  pasando ante mi como si viera una película donde yo debía encarnar el papel protagonista, sin guión, sin director , cada día una sorpresa, cada día cambiaba todo y vuelta a empezar de cero.

Y así viví durante un tiempo, no se cuanto, rodeada de miedos, dudas y decisiones para las que no estaba preparada para tomar, pero las tomé, algunas erróneamente otras acerté.